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viernes, 29 de abril de 2016
martes, 26 de abril de 2016
Identifican un compuesto que revierte los síntomas del alzhéimer o el párkinson
Un equipo internacional de científicos dirigido por la Universidad de Leicester (Reino Unido) ha descubierto una forma de revertir los síntomas de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson utilizando como sujetos de prueba moscas de la fruta. El estudio se ha prolongado durante cinco años y ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Gracias a este trabajo, los investigadores han demostrado que los enfoques genéticos y farmacológicos pueden emplearse para disminuir los niveles de metabolitos tóxicos en el sistema nervioso y por lo tanto aliviar algunos de los síntomas de la neurodegeneración.
“Los dos trastornos neurodegenerativos más comunes en todo el mundo son la enfermedad de Alzheimer y de Parkinson. Las opciones de tratamiento para estas enfermedades son limitadas, y hasta la fecha no existen curas. Nuestra esperanza es que al mejorar nuestro conocimiento de cómo estas células nerviosas se enferman y mueren en el cerebro, podemos ayudar a idear formas de interferir con estos procesos, y por lo tanto ya sea retrasar la aparición de la enfermedad o prevenir la enfermedad por completo”, aclara Flaviano Giorgini, líder del estudio.
El experimento se llevó a cabo con la mosca de la fruta Drosophila melanogastercon el fin de explorar qué metabolitos específicos son los que causan la pérdida de células nerviosas en modelos de mosca con la enfermedad de Alzheimer, Parkinson y Huntington.
Los científicos descubrieron que la inhibición de las enzimas TDO y FMOmejoraba los síntomas de todas las moscas debido al aumento de los niveles del metabolito de la vía de quinurenina conocido como ácido quinurénico (KYNA) que es capaz de contrarrestar los efectos de los metabolitos tóxicos.
“Estamos muy emocionados por estos resultados, ya que sugieren que la inhibición de TDO y KMO podría ser una estrategia general empleada para mejorar los síntomas en una gran variedad de trastornos neurodegenerativos, no sólo el párkinson y el alzhéimer, por lo que nuestro siguiente paso es validar nuestro trabajo en modelos de mamíferos y en última instancia ver si estos fármacos podrían ser útiles para los pacientes en los ensayos clínicos”, concluye Giorgini.
jueves, 21 de abril de 2016
LAS BABOSAS DE MAR REVELAN MUCHO ACERCA DE LA MEMORIA Y EL APRENDIZAJE EN LOS HUMANOS
17 abril del 2016. Un equipo de científicos está utilizando nuevas herramientas poderosas en química analítica para obtener una visión sin precedentes sobre la forma en como funcionan los cerebros humanos a partir del estudio de las babosas de mar.
Las babosas de mar usan sus cerebros, principalmente para encontrar comida, evitar peligros y reproducirse. Mientras que el cerebro humano y el sistema nervioso se conectan mediante cientos de miles de millones de células nerviosas, o neuronas, las babosas de mar pueden funcionar con tan solo decenas de cientos de dichas células.
Irónicamente las babosas de mar pueden decirnos mucho sobre la química del cerebro humano y el sistema nervioso. De hecho, son ideales como sujetos de estudio para la investigación sobre el aprendizaje, la memoria y cómo las neuronas controlan el comportamiento, porque las neuronas de las babosas de mar forman redes neuronales bien definidas y relativamente simples y porque son sorprendentemente grandes, dando a los investigadores más materiales para trabajar,
El químico analítico, Jonathan Sweedler, de la National Science Foundation (NSF), y su equipo de la Universidad de Illinois están trabajando para desarrollar nuevos instrumentos de medición que permitan obtener nuevos conocimientos sobre la función de las células individuales en los sistemas nerviosos centrales de las babosas y otros animales con el fin de descubrir nuevas vías neuroquímicas.
Además de aprender más acerca de la química, el equipo también está descubriendo moléculas que antes eran desconocidas. En última instancia, Sweedler dice que aprender a convertir los productos químicos específicos en el cerebro y fuera del mismo, podría conducir a nuevos métodos para el diagnóstico y el tratamiento del dolor crónico, la adicción a las drogas y la investigación de las enfermedades neurológicas.
Esta investigación es apoyada por la NSF premio # 1111705, Bioanalítico Caracterización de D-aminoácidos en el cerebro.
miércoles, 13 de abril de 2016
La ciencia de los besos
Día Internacional del Beso, besar es todo un arte, pero también tiene su propia ciencia...
Se llama filematología, y las últimas investigaciones en esta disciplina revelan que intercambiar saliva nos ayuda a escoger la pareja más adecuada.
Según explicaba la neurocientífica Wendy Hill durante una reciente reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), las sustancias químicas que contiene la saliva nos ayudan a evaluar a una posible pareja para decidir si es la más idónea. Además, besarnos reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta los niveles de oxitocina, siempre y cuando besemos a la persona adecuada.
Helen Fisher, profesora de antropología en la Universidad Rutger y experta mundial en la biología del amor, también ha analizado el papel del beso, y asegura que "besar es un poderoso mecanismo de adaptación" presente en más del 90% de las sociedades humanas. Sin olvidar, añade, que "los chimpancés y los bonobos se besan, los zorros se lamen sus hocicos entre sí, las aves se picotean y los elefantes ponen sus trompas en las bocas de los otros miembros de sus manadas".
Según explicaba la neurocientífica Wendy Hill durante una reciente reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), las sustancias químicas que contiene la saliva nos ayudan a evaluar a una posible pareja para decidir si es la más idónea. Además, besarnos reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta los niveles de oxitocina, siempre y cuando besemos a la persona adecuada.
Helen Fisher, profesora de antropología en la Universidad Rutger y experta mundial en la biología del amor, también ha analizado el papel del beso, y asegura que "besar es un poderoso mecanismo de adaptación" presente en más del 90% de las sociedades humanas. Sin olvidar, añade, que "los chimpancés y los bonobos se besan, los zorros se lamen sus hocicos entre sí, las aves se picotean y los elefantes ponen sus trompas en las bocas de los otros miembros de sus manadas".
En los humanos, el beso es fundamentalmente una cuestión química, según Fisher. La saliva masculina tiene testosterona y los hombres prefieren los besos húmedos porque ?inconscientemente intentan transferir testosterona para provocar el apetito sexual en las mujeres?, según la experta. Además, este tipo de besos podría ayudarles a "medir los niveles de estrógenos femeninos de su pareja, para hacerse una idea de su grado de fertilidad". En cuanto a las mujeres, el beso les sirve para detectar el estado del sistema inmune de su posible pareja y saber "cuánto se cuida".
Por otra parte, la antropóloga sostiene que existen tres sistemas cerebrales diferentes que evolucionaron en el Homo sapiens para permitir el emparejamiento y la reproducción. El primero es el deseo sexual alimentado por la testosterona, tanto en hombres como en mujeres. El segundo regula el amor pasional u obsesivo y parece estar vinculado a una actividad elevada de la dopamina, un estimulante natural. El tercero, que controla el apego y permite a una pareja permanecer unida suficiente tiempo como para criar hijos, está ligado a un nivel mayor de oxitocina. El beso, probablemente, permite que se estimulen esos tres sistemas, concluye Fisher.
lunes, 11 de abril de 2016
Descubren un método de detección precoz del párkinson
Hoy, 11 de abril, Día Mundial del Párkinson, hay que destacar a un equipo de investigadores españoles que han hallado un método para diagnosticar la enfermedad en personas con trastornos del sueño a través de una biopsia.
Por primera vez, un equipo de investigadores, en este caso de la Unidad de Párkinson del Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), ha probado que es posible diagnosticar de forma precoz esa enfermedad en pacientes con trastornos del sueño.
Para ello, hay que practicar al afectado una biopsía en la glándula submandibular, situada en la parte de atrás de la boca, que detecta una proteína (alfa-sinucleína) que se aloja en las neuronas de los enfermos de párkinson. El estudio, coordinado por el Dr. Eduard Tolosa, investigador del CIBERNED y profesor de la Universidad de Barcelona, ha sido publicado en la revista The Lancet Neurology.
El párkinson es una patología crónica neurodegenerativa que afecta a las zonas del cerebro encargadas del control y la coordinación del movimiento y del equilibrio. Además, en ocasiones viene acompañada de otros síntomas ajenos al sistema motor como pérdida de olfato, deterioro cognitivo o trastornos del sueño en fase REM, que pueden presentarse años antes de que se desarrolle la enfermedad.
La acumulación de la proteína alfa-sinucleína en las neuronas, concretamente en los llamados Cuerpos de Lewy, es la responsable de la aparición de estos efectos negativos. De ahí que localizar a tiempo la presencia de esta proteína mejoraría el diagnóstico del párkinson en una fase temprana y permitiría empezar a tratar los síntomas desde el principio.
Los autores de la investigación llevaron a cabo biopsias a 21 pacientes con trastornos del sueño en fase REM, a 24 con párkinson y a 26 individuos sanos.Casi el 90% de los afectados por trastornos del sueño y un 70 % de los que padecían párkinson tenían la proteína en la glándula submandibular, al contrario que las personas sanas, en ninguna de las cuales se localizó esa sustancia.
Para Álex Iranzo, neurólogo de la Unidad Multidisciplinar de Trastornos del Sueño del Clínic e investigador del equipo IDIBAPS, “estos resultados demuestran que la biopsia sirve como prueba confirmativa para diagnosticar el párkinson en individuos en los que aún no se ha manifestado la enfermedad. Además, se trata de una prueba poco invasiva y que se tolera bien.
Por su parte, Eduard Tolosa cree que “identificar agregados de sinucleína en la glándula submandibular permite confirmar el diagnostico de párkinson, lo cual es muy útil en casos de diagnóstico incierto. Además identificar a las personas con trastornos del sueño que tengan estos agregados podría servir para diseñar estrategias terapéuticas que, por ejemplo, bloqueen la progresión de esta proteína hacia el sistema nervioso central, donde causan los síntomas clásicos de la enfermedad de párkinson”.
domingo, 10 de abril de 2016
miércoles, 6 de abril de 2016
Una biopsia para diagnosticar precozmente el párkinson
El estudio de una glándula de la boca permite detectar una proteína presente en las neuronas de las personas que padecen esta dolencia.
Apenas dos milímetros de glándula submandibular, situada en la parte posterior de la boca, bastan para detectar el párkinson de forma precoz en pacientes que aún están en estadios asintomáticos. Médicos del hospital Clínic de Barcelona han demostrado que la biopsia de este tejido en personas con trastorno del sueño (una dolencia que suele anteceder al desarrollo del párkinson permite detectar la proteína alfa-sinucleína, presente de forma anormal en las neuronas de pacientes aquejados de la enfermedad degenerativa.
Aunque su estudio se limitó a estudiar personas con trastorno de la conducta del sueño en fase REM (los pacientes tienen pesadillas en las que son atacados y perseguidos y las expresan con gritos, llanto, golpes y patadas mientras duermen), los investigadores del Clínic han abierto la puerta a la detección del párkinson a partir de síntomas o dolencias vinculadas al desarrollo de la enfermedad. "La mayoría de las personas que padecen trastorno del sueño acaban sufriendo párkinson porque tienen anomalías que también se encuentran en esta enfermedad. Nosotros seleccionamos a estos pacientes por su vinculación con la dolencia, pero esto también se podría llegar a aplicar a otra población de riesgo como pueden ser sujetos con pérdida de olfato, estreñimiento y otros síntomas asociados", apunta el coordinador de la investigación, el doctor Eduard Tolosa.
Los facultativos realizaron biopsias a 21 pacientes con trastornos del sueño, a 24 con párkinson y a 26 personas sanas. Los resultados de estos exámenes revelaron que el 90% de los enfermos con trastornos del sueño y el 70% de los pacientes con párkinson tienen la proteína alfa-sinucleína en la glándula submandibular. En cambio, en las personas sanas no se detectó ni rastro de la biomolécula. "Los resultados demuestran que la biopsia sirve como prueba definitiva para diagnosticar la enfermedad en personas en las que todavía no se manifiesta", señala el doctor Alex Iranzo, neurólogo de la unidad de Trastornos del Sueño del Clínic. Una de cada 100 personas mayores de 60 años desarrolla la enfermedad.
El hallazgo de los investigadores del Clínic, que ha sido publicado en la revista científica The Lancet Neurology, arroja luz sobre el diagnóstico, en ocasiones complicado, del párkinson. "En el momento inicial de la enfermedad, los errores diagnósticos son del 30% o el 40% porque la detección se basa en aspectos clínicos muy subjetivos. El poder determinar que hay sinucleína en tejidos periféricos será de gran utilidad en casos de diagnósticos inciertos", argumenta Tolosa.
Los expertos aseguran que está investigación dará paso a muchos ensayos clínicos.
Al igual que el alzhéimer, el párkinson surge 15 o 20 años antes de que empiecen a manifestarte sus síntomas (temblores y problemas de coordinación del movimiento y del equilibrio), pero se desconoce su origen. El estudio también aporta herramientas a la investigación básica para estudiar la evolución natural de la enfermedad. "Tenemos tejido de sujetos con prepárkinson, un material que los investigadores básicos pueden utilizar para estudiar las causas de la enfermedad", apunta Tolosa.
http://elpais.com/elpais/2016/03/31/ciencia/1459426128_611748.html
http://elpais.com/elpais/2016/03/31/ciencia/1459426128_611748.html
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