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lunes, 29 de febrero de 2016

¿Qué le produce la música al cerebro?

Investigadores y musicoterapeutas del Instituto de Neourología Cognitiva (INECO) explican además la sorprendente memoria musical y qué revela el gusto de cada oyente.


“La música se considera como uno de los rasgos de la cognición humana más antiguos, existiendo de una forma sofisticada desde hace miles de años, como lo evidencian los recientes hallazgos arqueológicos que permitieron encontrar flautas perfectamente creadas a partir de hueso de buitre”, explicó Jorgelina Benavidez, musicoterapeuta y directora del Departamento de Terapias Basadas en las Artes de INECO.
La licenciada en Musicoterapia señala que hay evidencias de que el estímulo musical activa diversos circuitos y regiones cerebrales, con participación de ambos hemisferios, generando mayor conectividad y desarrollando nuevas conexiones.
“El neurofisiólogo Robert Zatorre, investigador en el Instituto Neurológico de Montreal de la Universidad McGill, llevó a cabo una investigación en la cual los participantes escucharon música que consideraban en lo personal ‘muy emotiva y placentera’, comparando específicamente la liberación de dopamina (neurotransmisor implicado en el sistema de recompensa de nuestro cerebro liberándose como reforzador de conductas recompensantes) en la respuesta a la música placentera versus la música neutral, obteniendo como evidencia la liberación de dopamina, seguida a las respuestas emocionales fuertes a la música significativa, resultado que podría ayudar a explicar porqué se considera a la música como recompensante”, indicó Benavidez.
Para Federico Adolfi, músico y neurocientífico del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias (LPEN), y de INECO, las neurociencias aplicadas al procesamiento musical dan valiosos datos y aclara: “Cuando escuchamos música también se ponen en juego procesos que no son tan específicos de la cognición musical. Por ejemplo, relacionar lo que estamos escuchando con lo que hemos escuchado en el pasado cercano y lejano, generar expectativas y actualizarlas a medida que seguimos escuchando. Estas últimas operaciones claramente exceden lo musical y son cruciales para la supervivencia de una especie”.
Adolfi cuenta que un estudio, publicado en 2013 en Proceedings of the National Academy of Sciences, mostró que el cerebro puede organizar jerárquicamente la información musical en estructuras sintácticas y generar expectativas que atraviesan largos segmentos de música. “Este dato es crucial. Pensamos que la construcción y violación de estas predicciones sería uno de los mecanismos por los cuales surge la respuesta emocional a la música. Algunos estudios ya habían mostrado que las respuestas emocionales durante la escucha musical -como escalofríos, placer y nostalgia- están mediadas por los mismos circuitos cerebrales relacionados con la respuesta al sexo, la comida y las drogas, por nombrar algunos. A su vez, es interesante que estos circuitos forman parte de un sistema más amplio vinculado a la predicción. Uno de nuestros proyectos actuales, entonces, es diseñar y llevar a cabo experimentos que conecten el procesamiento de la estructura intrínseca de la música con los procesos emocionales y la experiencia subjetiva resultantes”, expuso.
En cuanto a la improvisación musical, el neurocientífico apuntó que hay indicios de que una improvisación conjunta es procesada por el cerebro como una comunicación, donde se observa actividad en áreas asociadas a la producción y comprensión del lenguaje.

3 comentarios:

  1. Segun los datos que se describen en la noticia, podriamos entonces modular la acción de nuestro sistema nervioso mediante la musica?

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  2. Buenas, respecto a la pregunta,se podría modular la acción de nuestro sistema nervioso mediante la música,ya que existen diversas teorías sobre esta coexistencia íntima con la música en la evolución. Algunas de estas teorías se dieron porque al estudiar la respuesta del cerebro a la música, las áreas claves que se ven involucradas son las del control y la ejecución de movimientos, con lo que tendría un beneficio evolutivo como hacer a la gente actuar de forma más altruista y estar más unida. Algunos científicos, a su vez, sugieren que la influencia de la música sobre nosotros puede haber surgido de un hecho fortuito, por la capacidad de ésta de secuestrar sistemas cerebrales construidos tales como el lenguaje, la emoción y el movimiento.
    Escuchamos música desde la cuna o, incluso, en el período de gestación. Los bebés, en los primeros meses de vida, tienen la capacidad de responder a melodías antes que a una comunicación verbal de sus padres. Los sonidos musicales suaves relajan. La música está considerada entre los elementos que causan más placer en la vida, libera dopamina, como también lo hacen la comida, el sexo y las drogas. Todos ellos son estímulos que dependen de un circuito cerebral subcortical en el sistema límbico, aquel sistema formado por estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Los seres humanos convivimos con la música en todo momento, nos hace disfrutar de tiempos placenteros, nos estimula a recordar hechos del pasado, nos hace compartir emociones en canciones grupales, conciertos…

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